El funcionamiento de nuestras plantas consiste en absorber el aire del medio ambiente, comprimiéndolo, secándolo y limpiándolo a través de un secador, filtros de aceites, polvos finos y carbón activado. El aire comprimido se almacena en un primer tanque, para luego pasar a través de dos torres de generación, A y B, que tienen la función de separar el oxígeno del aire, a través del ZMS (Zeolita de tamiz molecular) que tiene la función de solo dejar pasar las moléculas de oxígeno. Estas dos torres de generación trabajan continuamente y de manera alternada, logrando tener un funcionamiento de 24 x 7.
El oxígeno obtenido en las torres de generación tiene una pureza del 93% al 95% el cual se almacena en un segundo tanque y luego de pasar por un filtro de carbón activado y un filtro bacteriológico, se distribuye a la línea de la red hospitalaria.
En el caso que la planta se requiera para el llenado de balones, se debe utilizar un compresor de oxígeno o booster para comprimir el gas de oxígeno dentro. Por ello, los compresores utilizados deben ser libres de aceite.